De Castell de L’Areny a Sant Romà de la clusa
Esta ruta transcurre por un paraje de gran belleza y muy poco conocido del Berguedà.
Partimos del pueblo de Castell de l’Areny, un ramillete de casas alrededor de una iglesia y que esta situado a los pies de unos riscos impresionantes. Es un conjunto bien cuidado que merece la pena ser visitado y con espacio suficiente para poder aparcar el coche, este pueblo cuenta con un restaurante del que hablaremos más adelante.
Dejaremos el coche en la plaza amplia que esta cerca del ayuntamiento y empezaremos a subir por unas escaleras donde ya nos indica el camino hacia Sant Romà, esta muy bien señalizado pues en gran parte coincide con el GR4, líneas blancas y rojas.
Al final de las escaleras hay un cierre eléctrico que impide la salida del ganado, lo franqueamos sin olvidarnos de volver a cerrarlo. Seguimos hacia nuestro destino por una ruta que no nos da ningún descanso hasta llegar a los restos de una construcción a la que llaman “el cable”, y que hace años servía para bajar la madera hasta la carretera por medio de eso, un cable. El camino es un gustazo, pues a parte de los robles y otras especies que nos contemplan mientras subimos, vemos un paisaje que se va abriendo y que nos aleja del pueblo que a nuestra izquierda cada vez se ve más pequeño.
En el “cable” cambia totalmente el paisaje y el esfuerzo necesario para seguir adelante. Tomamos a la derecha y ya no tenemos que subir, empieza una zona sombría y con especies arbóreas que nos dan diferentes colores según la época del año pues entre estas especies hay hayas. Es maravilloso adentrarse en este nuevo escenario natural que nos lleva directamente hacia la ermita de Sant Romà, al lado de la misma hay una casa de pagès que en la actualidad funciona como refugio y donde nos podemos refrescar con una buena cerveza bien fría.
Volvemos por el mismo camino. El tiempo total del recorrido depende de la forma física de los senderistas pero no es demasiado difícil y en unas 2 horas y media lo tendremos completado.
Si no llevamos bocadillos podemos pararnos a comer en el restaurante “Castell de L’areny”, donde nos ofrecen platos típicos de la zona entre los que destacan el pato, el pollo de pagès con ciruelas o “la carn d’olla”. Merece la pena, pues junto con la calidad de la cocina y el paisaje que se ve por las vidrieras podemos disfrutar de varias colecciones de todo tipo de objetos que colecciona el dueño del local.
Para llegar desde Barcelona tenemos que subir por el eje del Llobregat (C16) hasta Berga, pasado el núcleo urbano y justo después del túnel tomamos hacia la derecha la C26 en dirección a Vilada, Borredà i Sant Jaume de Frontanyà. Cruzamos el Pantano de la Baells y llegamos a Vilada, pasamos el pueblo y a unos quinientos metros cogemos de manera brusca hacia la izquierda una carretera estrecha pero asfaltada que nos llevara sin sobresaltos hasta Castell de l’Areny.
JuanMa Gómez Bolívar
