martes, 24 de enero de 2012

Monte de las cenizas.



 
Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila

Es un Parque Natural situado en la costa de Murcia muy cerca de la zona turística de la Manga del Mar Menor.
Se trata de un lugar muy bello, pleno de naturaleza milagrosamente salvada de la vorágine constructora de la costa mediterránea.
Tiene playas inmensas de arenas doradas, calas flanqueadas de formaciones rocosas de formas caprichosas con combinaciones de colores impresionantes, acantilados, aguas cristalinas, dunas fósiles, salinas, flora y fauna únicas, y sobre todo, un silencio que hacen de este lugar un oasis comparable al Cabo de Gata.


Para llegar a este bello rincón que se sitúa en la vertiente oriental de la Sierra Minera de la Unión-Cartagena, se accede por la autovía de Cartagena-La Manga; hay una salida señalizada al pasar el pueblo de Los Belones a la derecha. Dentro del parque hay aparcamientos señalizados y pasarelas de madera para acceder a las playas, durante el verano puede haber controles y restricción de accesos.
En Murcia capital encontraremos multitud de establecimientos para dar rienda suelta a nuestras fantasías gastronómicas, pero aquí voy a recomendar el restaurante Hispano, cerca de la Catedral, donde se puede comer a la carta o deleitándose con un surtido de tapas variadas y de una calidad inmejorable como pueden ser: Ostras francesas, Brocheta de salmón marinado y bliny, Bombón de foie de oca y pan de pasas, Mini hamburguesa de atún rojo, Brocheta de cabrito lechal segureño y un largo etc. Vale la pena.

                                            JuanMa Gómez Bolívar






jueves, 12 de enero de 2012

El perro verde

El Perro Verde

Un excelente vino de la Denominación de Origen Rueda que he descubierto recientemente.
Es un vino fresco y alegre con destellos cítricos en boca, aroma de frutas maduras y color amarillo de trigales apunto de siega, que hay que servir frio, unos 7º, se puede tomar a cualquier hora, como copa o maridando casi con cualquier pescado o marisco, es excelente con arroces y frutas dulces.
Denominación: ………………..Rueda
Uva:………………………………….Verdejo
Graduación:……………………..13º
Temperatura de servicio:…
Productor: ………………………..Ángel Lorenzo Cachazo

                                                                JuanMa Gómez Bolívar



lunes, 9 de enero de 2012

Cascabel


Cascabel

Entre el tumulto de risas, gritos, susurros y envueltos en la melodía de un viejo vals, dos seres “desconocidos” empiezan un diálogo. Aunque bailaban a los sones del vals, sus mentes estaban conectadas entre sí, sus pensamientos eran del uno para el otro, estancos al exterior; sólo existían ellos y su “dialogo”…
-Eres una criatura increíble, ¿Cómo te has acercado a mí?
-No sé, la verdad es que hace tiempo que sigo tu vida, ¡Y tú sin darte cuenta!
-¡?!
-Sí, me acuerdo de cuando tu ibas a tercero, yo en aquella época era una loca, no sabía lo que quería, y a ti te veía tan serio; ¡me dabas miedo!
-¿Miedo? Me habían dicho feo muchas veces, pero nunca que daba miedo.
-Te veía muy grande, me sentía sumamente pequeña ante ti. Todavía me acuerdo del lío de las bebidas en la fiesta de carnaval del 81 en el insti.
-Ya recuerdo, tú eras del grupito que después de las fiestas hacia desaparecer las bebidas; ¡Me llevabais loco! Y tú sobre todo, no levantabas ni un palmo del suelo y te veía como un cascabel pequeñito, siempre jugando y haciendo ruido.
El vals se había terminado y se pasó a la música salsa. No importaba, ellos seguían en su mundo, y sus mentes, lejos de toda la gente que los rodeaba. De pronto ella le dio un beso y le pregunto algo al oído, la música desapareció de sus oídos nuevamente.
-No creí que fueras tan simpático, hasta hace poco te tenía demasiado respeto, me acuerdo, hace más o menos un mes, que estabas jugando con una chica a los dardos, en aquel momento, entre yo, y fui a saludar a tu hermano que estaba sentado cerca de donde estabas jugando, por si no lo sabías conozco a tu hermano, al lado había un vaso de vodka con naranja y empecé a beber de él. Tu hermano, con la mayor indiferencia me dijo que el vaso no era suyo, y claro, le pregunté de quién era dicho “néctar”. Al contestarme que era tuyo me tembló el pulso y falto poco para que se cayera al suelo.
-¡Vaya a lo mejor el “ogro malo” te iba a comer! Hablando de otra cosa, ¿sabes que estoy en la "mili"?
-Si lo sé, lo que no se es el tiempo que llevas.
-Lo que llevo importa poco, lo más importante es lo que me queda, jajaja. Y me quedan todavía ¡8 meses!
-De todas maneras 8 meses son fáciles de soportar, sobre todo para mí.
-¿Qué has dicho “cascabel”?
-Nada, nada.
-Mañana tengo que regresar al cuartel.
-Si, no nos queda demasiado tiempo para estar juntos, al menos me podías pedir para salir aunque sólo fueran unas horas.
-Has bebido mucho durante la fiesta ¿No?
-No, sólo un poquito.
-Vamos a buscar a la gente, sobre todo a mi hermano pequeño.
-Vale.
-No hay nadie, la verdad es que es demasiado tarde, se habrán ido sin decir nada los muy alcahuetes. Bien vamos a dormir, la cama nos espera; a cada uno la suya, por desgracia.
-Llámame mañana.
-¿A la una te parece bien?
-No, mejor a las doce.
Al día siguiente, nuestro personaje se encontraba durmiendo la “borrachera” del día anterior, y no se acordaba ni por casualidad que tenía que llamar a su pequeño “cascabel”.
A eso de las doce y cuarto, su madre entró en la habitación…
-Oye, despierta gandul, que ya son las doce y cuarto y está aquí tu abuela para verte.
-¡Las doce y cuarto! Mama, sal un momento que tengo que llamar por teléfono, ahora voy a ver  a la yaya.
Después de llamar por teléfono a su acompañante de la noche anterior, se vistió precipitadamente, cogió la cartera y las llaves del coche, dio un beso a la yaya y se despidió.
A la una y cuarto del mediodía, se encontraron de nuevo, él estaba acompañado de unos amigos y a ella le dio un poco de corte acercarse a él,  nuestro personaje se levantó a saludarla.
-Hola ¿Cómo estás?
-Más o menos bien, estaba tomándome un vermut con los amigos.
-Perdona por el retraso.
-Estas perdonada, ¿vamos a buscar el coche?
-Bueno, pero no me queda mucho tiempo, a las dos y cuarto tengo que estar en casa.
-Yo también, tenemos invitados en casa.
A los diez minutos estaban en el pueblo vecino…
-Este monasterio es románico, data del siglo IX.
-Sí, ¿te has fijado en el gran rosetón central?
-La semana que viene tenemos que hacer un trabajo sobre este monasterio.
-¡Quién pudiera! Ahora con el “rollo” de la "mili" estoy atado de pies y manos.
-Oye, ya son las dos y cinco, más vale que vayamos a coger el coche.
-Vamos, pero antes me tienes que dar una foto tuya, los días se hacen eternos entre cuatro paredes y al menos podré contemplar algo bello para variar.
-De acuerdo, pero a cambio tú me escribirás primero.
Es ya tarde y los dos protagonistas marchan hacía sus casas a la búsqueda de los manjares preparados por sus madres.
Por el camino, él le pide a la chica que le acompañe por la tarde al autobús que lo llevará de vuelta a sus “obligaciones” militares, y esta acepta.
Después de un largo viaje…
-¡Diana, Diana, buenos días!
Suenan los graznidos del cabo control, y nuestro “Popeye” soñador se despierta.
Efectivamente, hace más de dos meses, que no va por casa y claro, su subconsciente tiene que inventar bellas historias que le hagan recordar su lejano hogar.
A la una del mediodía, cuando se reparte el correo en el cuartel, nuestro “Popeye” protagonista ni tan solo se molesta en ir a ver, lleva muchos meses sin recibir una sola carta y por supuesto hoy no va a ser un día especial. Pero ¡oh! Sorpresa, cuando se disponía a estirarse en la litera para intentar dormir un poco, un compañero le alargó una carta; miró rápidamente el remite y vio que sólo ponía…”Cascabel”…

                                                                                                 
                                      JuanMa Gómez Bolívar