Caminos desde Bielsa

La Gran cascada de La Larri

El recorrido que hoy proponemos es de una belleza sobrecogedora, no es difícil y se puede acceder fácilmente desde el aparcamiento.

Nuestro recorrido empieza en un camino que surge detrás de la Ermita de Nuestra Señora de Pineta(1289m), que se encuentra justo en la entrada del Parador Nacional Monte Perdido, el sendero esta señalizado, este camino sube en fuerte pendiente pero es relativamente corta y muy agradable para el caminante, pues estamos rodeados de unas hayas impresionantes que forman “La selva de Pochas” , una vez salimos del hayedo nos encontramos con la pista de La Larri que en pocos minutos nos transporta hasta Los Llanos del mismo nombre.

Ya estamos a 1580m. de altura y ante nuestros ojos se abre un valle rodeado de montañas espectaculares que rozan los 3000m de altura.

Al inicio del valle veremos una casa de pastores a la derecha, el camino se hace muy fácil ya que estamos subiendo, pero muy suavemente. A nuestra izquierda queda el rio La Larri y al final del valle nuestro objetivo principal, la Gran cascada (1620m) que de manera espectacular vierte sus aguas en diferentes pozas que amortiguan la gran fuerza del agua antes de dejarla seguir valle abajo.

Al volver podemos disfrutar más tranquilamente del paisaje sobrecogedor que tenemos alrededor, montañas majestuosas, saltos de agua espectaculares, ganado paciendo por todas partes, en definitiva, naturaleza en estado puro accesible para todas las edades.

El camino de vuelta lo haremos en su totalidad por la pista forestal que también nos ofrece maravillosas vistas y algún que otro salto de agua espectacular como el que aparece justo enfrente de un puente que atraviesa el rio.

Siguiendo la pista y una vez atravesado el rio Cinca, llegaremos  al principio y final de esta magnífica excursión.

Duración total: 2h 30´

Dificultad: Fácil con precaución según la época del año.

Desnivel: 350m.

                                                                                                 JuanMa Gómez Bolívar

Cuento corto

LA CUERDA

El sudor le caía como las gotas de cera líquida que desprende una vela encendida, desde su frente surcaban su rostro y se precipitaban al vacío o seguían bajando sobre su cuerpo hasta estrellarse en la tela de su ropa deportiva, la presión sanguínea estaba al límite de resistencia de sus jóvenes arterias.

Wando no sabía que hacía allí, bueno si lo sabía, aunque el esfuerzo sobrehumano que estaba realizando superaba con creces sus perspectivas, pero el seguía, seguía implacable hacia su meta, tenía un buen motivo, hacia mucho tiempo que estaba sin trabajo y ese esfuerzo “hercúleo” quizás le abriera la fiambrera para llenarla con algo caliente.

Era joven, pero no tanto, rozaba la treintena y aunque se preparó durante meses para las pruebas de acceso, no tenía una carga genética que favoreciera el ejercicio físico. Su anterior trabajo tampoco nada tenía que ver con el “corpore sano” ni con la “mens sana”, era reponedor, había estudiado económicas pero la crisis arrasó con todos y con todo y lo único que pudo encontrar fue eso, pero hasta este empleo se esfumó como el humo.

El esfuerzo era cada vez mayor y creía que no lo conseguiría, era la última prueba y los segundos parecían horas y los gramos que pesaban las prendas que portaba eran como losas de granito colgadas sobre su espalda, sólo pensaba en su meta, sólo miraba hacia arriba y sólo veía esa meta cada vez más lejana que como un espejismo, desaparecía en la nada cada vez que avanzaba hacía el.

Ya sólo escuchaba su propia sangre bombeando en sus sienes pero el sudor desapareció de repente y su mano toco algo frio, abrió los ojos y por fin llego a la meta, se acabó el sufrimiento, tocó el gancho que sostenía la larga cuerda de más de 6 metros que lo separaba de un futuro un poco menos negro, lo consiguió, era bombero…

                                                               JuanMa Gómez Bolívar

La foradada

La foradada

Este rincón de la provincia de Barcelona es una poza de agua formada por una cascada de aguas cristalinas que caen por la pared vertical de forma suave, como en cámara lenta.

La belleza del paraje no se intuye mientras bajamos por el sendero, sólo cuando llegamos a los pies del pequeño lago nos damos cuenta de la verdadera dimensión y de su espectacularidad.

De repente vemos la cascada enfrente, las altas paredes que rodean la poza que forma la “gorga” y en el “lago” la imagen reflejada de un gran “agujero” que la caprichosa naturaleza ha esculpido en estas paredes, se trata de “la foradada” que queda a la izquierda de nuestro campo de visión.

Vale la pena llegar aquí y dejarse envolver por este bello lugar, fresco, rodeado de árboles, de agua danzarina y del “arte” que la naturaleza crea a lo largo de los siglos para que nosotros lo disfrutemos y lo preservemos para las futuras generaciones.

Como llegar:

Desde Barcelona cogeremos la C17 dirección a Vic, saldremos por la salida 180 a la C25 (eje transversal), en la salida 183 tomaremos la C153 dirección Olot, pasaremos el pequeño pueblo de Sta. María de Corcó y en Cantonigròs aparcaremos el coche detrás del campo de fútbol, desde aquí sale el sendero en pendiente hacia nuestro destino, no tiene perdida por estar bien señalizado. La dificultad es relativa pues aunque es bastante sencillo, el tramo final es de roca y puede estar resbaladizo.

Duración: unos 20 minutos de bajada y 25 de subida.

Dificultad: Media-Fácil

                                                                            JuanMa Gómez Bolívar

Beget, la joya escondida

BEGET

 

El recorrido propuesto hoy, es una excursión en coche hasta el precioso pueblo de Beget, en la comarca del Ripollès dentro de la provincia de Girona.

Beget es un pueblo de montaña cerca de la frontera francesa, esta situado a 540 metros sobre el nivel del mar y rodeado de un paisaje majestuoso, con senderos para realizar paseos entre una vegetación abundante, o perderse hacia el este o el oeste siguiendo el GR-11 que atraviesa el pirineo y pasa por esta bella población. También podemos subir alguna cumbre no muy lejana, pues abundan los “casi tres miles” en las inmediaciones.

El casco urbano esta cruzado por la riera de Beget. Las casas de piedra dan un aire de solidez y solera que se magnifica con sus dos puentes y la hermosa iglesia románica (s.XII) de Sant Cristòfol.

Para redondear el día podemos comer en el restaurante Can Jeroni, cerca del puente más espectacular de la población, este restaurante nos sorprenderá desde el mismo momento que lo pisamos pues tiene una decoración moderna pero integrada al entorno de piedra y madera, disfruta de unos ventanales con vistas espectaculares de la iglesia y el entorno natural, y sus platos, lo más importante, son dignos de los mas exquisitos paladares.

Como llegar:

Desde Barcelona cogeremos la C17 hasta Ripoll, desde aquí enlazaremos con la N-260 dirección Sant Joan de les Abadesses, unos Kilómetros más adelante estaremos atentos a las señales y  cogeremos la C-38 dirección Camprodon seguiremos por la C-38 y pasados unos 8 Kilómetros dejaremos esta vía para coger a la derecha la Giv-5223 dirección Beget y pasados 18 Kilómetros de curvas y una carreta estrecha pero bien asfaltada aparecerá ante nosotros esta pequeña joya escondida entre árboles y montañas.
 

                                                                      JuanMa Gómez Bolívar

Toscana

La Toscana

Desde lejos parecía grande y de cerca inabarcable, estaba tumbada sobre un costado, con la cabeza al norte, los pies al sur, sus pechos eran bañados por el mar y su larga espalda acariciada por valles, lagos y montañas.

Sus curvas eran suaves a veces y rotundas otras, su color; todos: azules de aguas y cielos, blanco y negro de sus joyas,  ocres o dorados como el trigo de sus tierras, y el verde, siempre el verde de su eterna cabellera.

Sus frutos favoritos eran el néctar que buscaban viajeros de medio mundo; sus racimos preñados de uvas, que con los rayos del sol y el trabajo de los  seres que tenían la suerte de poder vivir entre sus infinitos pliegues se transformaba en un líquido preciado que con el canto del gallo negro hacia que las horas del día fluyeran sin prisa pero sin pausa.

Las joyas que adornaban su cuerpo eran conocidas en todo el orbe y tenían nombres que más que de joyas parecían de diosas, de diosas maduras, curtidas por los años, pero bellas, más bellas que nunca; Florencia, Siena, Pisa, Volterra, Luca…Es La Toscana

                                                                                                  JuanMa Gómez Bolívar

Recorriendo "LA SELVA"

CASTELL DE MONTSORIU

 A PESAR DE SER UNO DE LOS CASTILLOS MAS EMBLEMÁTICOS DE CATALUÑA, EL CASTELL DE MONTSORIU NO ES DE LOS MÁS CONOCIDOS, QUIZAS PORQUE DURANTE MUCHOS AÑOS FUE UNA AUTENTICA RUINA FRECUENTADA POR TODO TIPO DE PERSONAS QUE NO CONTRIBUIAN PRECISAMENTE A SU CONSERVACIÓN.

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS SE HA RECUPERADO PARTE DEL INTERIOR Y ESTA SIENDO RESTAURADO EN SU CONJUNTO, AUNQUE LOS RESULTADOS NO SON DEMASIADO AFORTUNADOS. HAY VISITAS GUIADAS PREVIO PAGO.

ES UN CASTILLO GÓTICO QUE CUENTA CON UNAS MAGNIFICAS VISTAS Y QUE SE ENCUENTRA EN LA COMARCA DE LA SELVA, ENTRE ARBÚCIES Y SANT FELIU DE BUIXALLEU.

PARA LLEGAR A ÉL DESDE BARCELONA SALDREMOS DE LA AUTOPISTA AP-7 POR LA SALIDA 10 EN HOSTALRIC Y ACCEDEREMOS A LA C-35 DIRECCIÓN BARCELONA, EN POCOS KILOMETROS COGEREMOS LA GI-552 A LA DERECHA DIRECCION BREDA, ATRAVESAREMOS ESTA BELLA POBLACIÓN, CON INNUMERABLES TIENDAS DE CERÁMICA, Y ESTAREMOS ATENTOS AL DESVIO A LA IZQUIERDA QUE INDICA “URBANITZACIÓ FOGUERES DE MONTSORIU”, A 4 KILOMETROS DEJAREMOS EL COCHE A LA ALTURA DEL “COLL DE CASTELLAR”, HAY ZONA HABILITADA PARA DEJAR EL COCHE, Y EMPEZAREMOS A SUBIR UNA PISTA FORESTAL QUE EN UNOS 45 MINUTOS CUESTA ARRIBA NOS DEJARÁ A LOS PIES DE LA MAGNIFICA FORTALEZA.

ES UNA VISTA QUE HAY QUE HACER EN UN DIA DE GRAN VISIBILIDAD YA QUE EL AMPLIO HORIZONTE QUE SE NOS PRESENTA ES MARAVILLOSO, PUES DESDE AQUÍ VEMOS EL MONTSENY, EL MONTNEGRE, LOS VALLES DE LA COMARCA DE LA SELVA Y HASTA EL MAR MEDITERRÁNEO.

Duración del trayecto: 1H. 30’

Distancia IDA Y VUELTA: 5.5 KM

Dificultad: baja

                                                                                    JuanMa Gómez Bolívar